viernes, 14 de agosto de 2009

Nonamed - Dinamic

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NONAMED
Dinamic 1986
Programa : Ignacio Abril
Gráficos : Tomás Ledo y Javier Cubedo.
Tipo : Arcade-Videoaventura
Memoria : 48K


Nonamed es uno de esos juegos que, a pesar de presentar un desarrollo simple y directo, poseen un extraño encanto. Con un argumento basado en una historia que podríamos llamar "medieval", este juego presenta elementos de brujería, castillos malditos, enemigos sobrenaturales y dragones que intentarán amargarte tu estancia en el enorme castillo, donde un caballero (como estás adivinando, ese eres tú) intentará sobrevivir una noche entera con el objetivo de encontrar el hechizo para acabar con una maldición y, de paso, poder escapar al exterior.




Pantalla de presentación, basada en la excelente portada de Azpiri. Siempre me han fascinado la pantalla de carga y la portada del juego...




La historia es un poco claustrofóbica, ya que deberemos recorrer el castillo por todos sus pisos, en donde la oscuridad y los peligros nos acechan en cualquier momento y en cada esquina. Debemos recoger cierto elemento que se reparte por todo el castillo, que nos permitirá interactuar con los otros dos personajes más importantes de la historia (¡adivinad cuáles!), sin los que, de otra manera, nos sería imposible salir de la fortaleza.




Los enemigos son varios: espadas, esqueletos, dragones, búhos, y alfombras asesinas que ruedan por las habitaciones sin control. Lo más peligroso de estos enemigos es que, aparte de que cada uno se supera o elimina de una forma distinta, aparecen en la pantalla sin previo aviso hacia nosotros desde uno de los márgenes de ésta. Aunque normalmente saldrán desde el margen situado más lejos de nuestra posición, en ocasiones lo harán desde el más cercano, dándonos muy poco tiempo para reaccionar. Este es el componente arcade del juego y a la vez es uno de los puntos a favor (aunque al principio nos pueda poner de los nervios), ya que debemos estar preparados y en alerta todo el tiempo. Aparte de evitar o eliminar a dichos enemigos, tendremos que ocuparnos de realizar ciertas tareas dentro del castillo relacionadas con objetos y personajes, que constituyen la parte videoaventura.




Menú de opciones, también, extrañamente, siempre me pareció muy atrayente, con ese caballero preparado para golpear al kempston. La música, muy ambientada en la temática del juego. Después de unas partidas, se queda en la cabeza...




El acabado del juego, sin ser espectacular, está bastante bien conseguido; unos gráficos cuidados y en ocasiones bien detallados (como por ejemplo nuestro caballero, o la decoración del castillo), que provocan una atmósfera conseguida de misterio en el juego. En ocasiones se produce la famosa cortina de colores del Spectrum (mezcla de colores cuando se juntan varios sprites). Por otra parte, los movimientos son bastante aceptables y nuestro personaje responde razonablemente bien al teclado, cosa primordial para poder realizar acciones rápidas.




Parece que todavía hay algo pendiente que hacer...


La música, por otra parte, se limita a una épica melodía medieval, bien conseguida, en el menú de opciones, que se te pegará en cuanto la oigas unas cuantas veces (aunque tampoco es un grandísimo alarde) y a los típicos efectos cuando andas, golpeas o te matan durante la acción del juego, que también están bien resueltos. Durante las primeras partidas llegarás a odiar el sonido de la pérdida de una vida, te lo aseguro!, aunque no se tarda mucho en ir dominando el juego y la técnica que cada enemigo requiere.




Hay cosas que deberemos descubrir para poder avanzar en la aventura, no todo es eliminar esqueletos...



Se puede decir que se trata de un juego bastante jugable y con cierto encanto y misterio en las primeras partidas, que va adquiriendo más aún interés conforme descubres lo que tienes que hacer, aunque una vez que consigues completarlo pierde parte de su encanto, con el añadido de que tampoco es que sea muy difícil de terminar. Globalmente no está mal y, a pesar de ser el primer juego programado por Ignacio Abril de forma profesional (después participaría en Navy Moves, uno de los mayores éxitos de Dinamic), se quedó rayando el notable en su debut como programador. Un juego que aúna toques de videoaventura y exploración de mapeado, con puntos de arcade y reflejos, embadurnado con unos graficos muy resultones y una portada de Azpiri; lo dicho, entretenido.




Los gráficos a pesar de no tener gran variedad, ambientan bien el juego. Trepar por cuerdas, eliminar dragones, esqueletos, saltar alfombras, agacharse a tiempo, buscar salidas ocultas...el juego no está nada mal, hay variedad de acciones y el avanzar en él te anima a ir más lejos.








REVISITANDO LA REVIEW :

Se trata de un juego que al principio, como se ha comentado en la review, puede parecer excesivamente díficil y al que puede costar un poco meterse de lleno, ya que los enemigos aparecen por ambos lados de la pantalla y sin previo aviso, y a veces es complicado reaccionar y no perder una vida. Nada más alejado de la realidad, si le das una segunda oportunidad, unas pocas partidas y ya comenzaremos a avanzar rápidamente (tranquilos, no se alcanza el nivel de dificultad de clásicos como Abu Simbel o Navy Moves!). Una vez que ya lo has jugado bastante, e incluso lo has llegado a terminar, perderás parte del interés, ya que al descubrir los pasos necesarios para completarlo (hay elementos de videoaventura indispensables para acabar la aventura), el misterio queda resuelto, y lo único que nos quedará será volver a intentarlo pasado algún tiempo. Sin embargo, según mi experiencia, tarde o temprano volverás a jugarlo, ya que el componente arcade hace que el programa no sea tan previsible, aún cuando ya conoces los pasos que hay que dar. Un juego que, misteriosamente, es ciertamente adictivo (hasta cierto punto, claro).

sábado, 1 de agosto de 2009

Speedboat Assassins - Mastertronic

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SPEEDBOAT ASSASSINS

Mastertronic 1989
Programa: D.S.Whelan
Gráficos: Ben Jackson
Tipo: Arcade
Memoria: 48/128K



Mastertronic nunca se caracterizó por seguir una línea de juegos de altísima calidad (y esto, siendo benévolos), aunque de vez en cuando nos sorprendían con algún juego interesante, como este Speedboat Assassins que, además, nunca fue lanzado en el mercado español; y, aparte, tampoco fue comentado en Microhobby (según WoS, no hay ninguna edicion española, lo que confirma lo anteriormente dicho). Por tanto, estamos tratando con un juego prácticamente desconocido; por ello no está de más poner un poco de luz en el asunto y darlo a conocer, ya que merece la pena.





Muy buena pantalla de presentación. No es muy complicada, pero capta la esencia del juego, y además, usando muy bien los colores, con un claro predominio del azul, color más presente en el juego. Notable trabajo de Ben Jackson a los píxeles del juego.




El argumento y la idea sobre la que se basa el juego, ya en pleno año 1989 y con tantos juegos en cartera para nuestros ordenadores, no es nada original. Vas al timón (o es volante??) de una lancha que debe atravesar varias de las ciudades más importantes del mundo para llegar a su objetivo final, mientras evita por el camino ser aniquilado por numerosos enemigos, a los que también podremos eliminar nosotros. Vamos, un arcade en toda regla; aunque en este caso también con la novedad de que en vez de movernos sobre asfalto, nos desplazaremos sobre las plácidas olas del mar (o de algún famoso río en alguna fase). La perspectiva del programa es muy al estilo Chase HQ, estilo predominante en juego de coches, y probablemente la que encaja y permite disfrutar mejor este tipo de arcades. Así, vamos avanzando en dirección hacia el horizonte, representado por las distantes ciudades, mientras lanchas enemigas, minas y torres van saliendo a nuestro paso intentando eliminarnos a la más mínima oportunidad. También existen minas amigas que nos darán energía y posibilidad de recibir armas extra mediante la aparición de un helicóptero.










Este helicóptero nos va a suministrar armamento extra, pero mientras lo recibimos, debemos estar atentos a las minas, a los proyectiles y a esa torre que tenemos enfrente. Hay que estar pendiente de todo, como en todo buen arcade que se precie.




Sobre el papel todo suena bien, pero, a la hora de la verdad, ¿se ha conseguido una sensación realista y operativa de velocidad en el juego? Pues para tratarse de un Spectrum hay que decir que sí: el resultado final es más que aceptable (yo diría que sorprendentemente notable), los enemigos y diferentes elementos que participan de la acción van avanzando hacia nosotros de una forma más o menos suave, y más o menos fluida (más que menos), el aumento de tamaño progresivo de los objetos para provocar la sensación de velocidad está ciertamente conseguido, no es una obra maestra pero nos mete bien en la dinámica del juego. Los enemigos, nuestra lancha y los sprites que aparecen (helicóptero) rayan también a un buen nivel, especialmente nuestra motora, muy bien diseñada. Aunque también es cierto que no hay mucha variedad de enemigos. 



Probablemente (y sin el probablemente), esta fluidez en el juego se ha conseguido dotando a la pantalla donde se desarrolla la acción de un color azul, pero azul caribeño (cyan, vamos) con tinta negra, sin ningún otro color. Al fondo, en función de la fase en la que nos encontremos, tendremos un paisaje típico, esta vez, sí bastante coloreado, en donde, por ejemplo, podremos observar la Estatua de la Libertad en Nueva York, la Ópera de Sydney... etc; un detalle agradable y que además le otorga de cierto colorido a la pantalla, que así sale de la monotonía del azul predominante. Por todo esto, el apartado gráfico está más que conseguido, rayando a un buen nivel. También, como hemos comentado, el movimiento de la lancha a la hora de jugar es fluido, responde bien al teclado, y se mueve con soltura en el conjunto del juego, lo que hace que tengamos siempre la sensación de dominar al juego, y que no sea el juego el que nos domina a nosotros.






Como se aprecia en las capturas, el nivel gráfico del juego es notable, y eso ayuda a que la sensación sea más realista al mando de la lancha.




El punto flojo del programa seguramente sea el sonido: no hay ninguna melodía ni en el menú ni en ningún otro momento del juego, y los efectos de sonido, aunque cumplen, no son ninguna floritura, más bien un poco blanditos y simplones. Sin duda que hubiera ayudado un poco el haber implementado efectos más contundentes. Y una melodía no habria estado de más.








 Al principio de cada nivel tenemos que superar una prueba de habilidad a los mandos de la lancha: esquivar todas las minas que se nos presentan. Solo una vez hayamos superado todas comenzaremos con la acción de cada nivel.




¿Qué tenemos al final de todo esto? pues un juego muy aprovechable: los gráficos son grandes y claros, el movimiento y la sensación de velocidad es buena, la acción dentro del juego es variada, ya que tenemos un amplio campo de maniobra, al poder desplazarnos considerablemente hacia la izquierda o la derecha, esquivando proyectiles, barcos, torres, minas; a la vez que nosotros podemos disparar para acabar con ellos; buscando al mismo tiempo conseguir minas de ítem, que nos dan energía extra y armas extra (totalmente imprescindibles para poder avanzar hasta el final del juego). También hay una mini-fase al inicio de cada nivel en la que debemos esquivar una serie de minas colocadas diabólicamente en el agua, y que en los últimos niveles requerirá bastante precisión por nuestra parte. 


Por lo tanto, las situaciones que se nos presentan en este arcade hacen que requiramos habilidad para esquivar (a veces en pantallas plagadas de enemigos), puntería y anticipación. Conforme vamos avanzando en el juego, la dificultad va aumentando en un nivel bastante lógico, con lo que la curva de aprendizaje se vislumbra muy ajustada. Cada nivel tiene su característica propia (cantidad de enemigos de cada tipo, dureza para ser eliminados, frecuencia de minas amigas...), y al final del recorrido, su propio enemigo final (un barco enorme que en sucesivas fases va ganando en dificultad). Todo eso, más la posibilidad de adquirir armas cada vez mas potentes hace que este Speedboat Assassins nos enganche bastante, y eso que, curiosamente, este programa nunca salió en España y en el Reino Unido prácticamente pasó desapercibido.










REVISITANDO LA REVIEW:

El encanto de retomar este juego residirá en gran medida en si te gustan los arcades que van directos al grano... en caso de que la respuesta sea sí, seguramente no desprecies una partidita cada cierto tiempo con el juego. Y sobre todo si no has llegado a completarlo, probablemente te enganches. Si ya está finiquitado, está claro que el juego pierde interés (como muchos), aunque su calidad técnica y la diversión hacen que no sea imposible volver a jugarlo alguna otra vez. Sus características siguen vigentes, aunque un arcade no tenga tanta variación como otros juegos de otros géneros.