lunes, 31 de agosto de 2015

Bronx - Animagic

BRONX
 
Animagic (1990)
Programa: Juan Carlos Arévalo, Javier Arévalo, Antonio López
Gráficos: Ricardo Cancho (Kantxo Design)
Sonido: Pablo Toledo
Tipo: Arcade Beat em up
Memoria: 48/128K







Espectacular pantalla de presentación de Ricardo Cancho.





Da miedo pensar un poco y darse cuenta que prácticamente en la mitad de tu vida, Internet ha estado presente. Sí, por mucho que parezca un invento reciente y algo que se ha generalizado en su uso hace no mucho, la red lleva más o menos unos 17 años como un recurso accesible a la mayoría de la gente. Haciendo matemáticas simples, 17 multiplicado por 2 es igual a 34 muy cerca de los 36 tacazos que me contemplan. De verdad, pensadlo y veréis como sentís el tiempo correr a una velocidad demasiado rápida. Y qué tiene esto que ver con el Spectrum? Pues bastante, básicamente porque una de las primeras cosas que se me ocurrió hacer una vez dentro de la red, fue buscar información sobre el Spectrum. Y mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré cosas como los escaneos de Microhobby o World of Spectrum, que para aquel entonces tenía un aspecto algo más rudimentario del actual. En aquel momento no podía creerlo, una página web que contenía todos, o la mayoría, de los juegos de Spectrum que conocía!! Y lo mejor vino cuando pude darme cuenta que la mayoría de los que había allí es que ni los conocía, fue algo tremendo. Bien, pues una vez dentro del Mundo del Spectrum dirigido por Martijn Van der Heide, me dediqué a buscar y descargar juegos con los que me había quedado con las ganas de jugar en los 80 y 90; juegos de los que tenía una tremenda curiosidad por ver cómo eran, ya que solo había sido capaz de ver algunas capturas de ellos en las revistas de la época, llámense Microhobby y Micromania.







 
 

 Tu enemigo queda presentado antes del combate en esta ficha, un detalle curioso y que demuestra el mimo gráfico que se le puso al juego. Ironfist es el primer enemigo.





Que no presentará mucha resistencia. te servirá para familiarizarte con los controles y los tipos de ataque y defensa de que dispones. Eso sí, no te despistes o tampoco tendrá mucha piedad contigo!







Estoy bastante seguro que uno de esos juegos que busqué como loco allá por un verano de 1998 fue este Bronx de Animagic. Especialmente por esos grandísimos sprites de personajes conocidos, y por esas (algo infladas, por cierto) notas en forma de barras de colores de Microhobby (en su número 195, por si queréis echarle un vistazo). Desde siempre había estado algo atraído por este juego, y la imposibilidad de comprar demasiados juegos en áquellos años 80 y 90 hizo que nunca pudiera hincarle el diente como adolescente. Sin embargo, y gracias a Internet, como decía al principio, se me disiparon las dudas, o al menos pude finalmente comprobar si Bronx era una joya oculta de la inmensa softografía del Spectrum o había sido un gol por la escuadra de Microhobby en aquella época. Pues bien, yo diría que ni lo uno ni lo otro, aunque si tuviera que inclinarme hacia algún lado, me iría un poco hacia la segunda posibilidad, aunque con matices. Bronx tiene la peculiaridad de ser prácticamente el único juego comercial español en Spectrum al menos, cuyo género es el Beat em up de uno contra uno. Un juego a la Street Fighter, para entendernos. Quitando Scaramouche, cuya temática mosqueteriana le convierte en un juego de lucha con armas, espadas, y Karateka, que es la conversión de un conocido juego, Bronx fue la única aventura en nuestro país en aquel género que por aquel entonces empezaba a dominar los salones arcade. La gente de Animagic intentaron armar este juego mediante la historia de un latino residente en Nueva York, cuyo destino no es otro que enfrentarse a los más poderosos guerreros de la tierra. Con la ayuda de los hermanos Arévalo, que habían realizado Stardust para Topo Soft (cuyo jefe había sido entonces Javier Cano, quien los dirigía ahora en Animagic también), y los ya, por aquel entonces, conocidos Kantxo (cuyo trabajo gráfico en el Spectrum es sobresaliente en mi opinión, y si no, comprobad todos los juegos a los que puso gráficos!) y Pablo Toledo (que en Spectrum solo pudo componer músicas para Bronx y Mortadelo y Filemón 2, ambos resueltos de forma notable).







 
Jeje, sí, Sheman es la segunda guerrera a la que te enfrentarás... Sabes ya a quién se parece?...
 
 
 
 
 

Pues sí, a Grace Jones, la verdad que Cancho lo bordó en este juego en relación al aspecto gráfico. Grace, o sea, Sheman, tiene una patada que va directa a tu cara muy molesta...






Lo que llama la atención en este juego, y seguramente la gente de Animagic siempre quiso que esto fuera así, es el aspecto gráfico. Querían que Bronx se vendiera usando su impresionante apariencia gráfica, en una etapa en la que tanto los juegos de Spectrum como las recreativas comenzaban a tener juegos más complejos y completos visualmente. Cancho se puso manos a la obra y diseñó unos sprites enormes, que además copiaban a actores/personajes famosos por aquella época, y los dotó de animaciones bastante simpáticas y completas. El único pero en este apartado es el color clash, y los bloques de colores que a veces afean esta apariencia. También se cuidaron los decorados, ayudando a que las batallas tuvieran algo más de interés para ver cómo sería el siguiente escenario.
En pocas ocasiones se ha visto, y menos en nuestro país, que se intentara llevar a cabo un juego con tales sprites. Si os fijáis, y como ya hemos dicho antes, podréis reconocer a varias celebridades de por aquel entonces, como Mr. T, Grace Jones o Stallone en su encarnación de Rambo. Y si os fijáis en las capturas de la review, la cosa no se para ahí, y hay unos cuantos conocidos más. Notable para Kantxo, que probablemente no pudiera haber corregido la parte negativa, pero que sí puso su calidad al servicio de unos sprites grandes, bien animados y muy reconocibles.







 
Redav Htrad, que suena a nombre eslavo, y que si lo leéis de derecha a izquierda os llevaréis una sorpresa, no es otro que el gran Freddy Hardest. Desconozco el motivo por el que en Animagic se decidieron a crear un luchador a semejanza del personaje de Dinamic. Lo mismo hay algo que se me escapa...
 
 
 


Redav, o Freddy para los amigos, es bastante vulnerable a golpes bajos... después de todo no es sino un Playboy!





El apartado sonoro es muy curioso, o al menos me lo parece a mí desde la primera vez que lo cargué. Y no es otra cosa que nada más cargar el juego, la melodía de Pablo Toledo empieza a sonar cual tema sonoro compuesto por Gominolas, antes de que aparezca el menú principal. Y además, aunque el estilo de Pablo se reconoce, me parece escuchar cierto acercamiento al sonido de Cesar Astudillo. Y es que mucha de la gente de Animagic provenía de Topo, así que no se podría descartar nada. Dentro de la batalla en sí, también suena una melodía compuesta por Pablo Toledo, bastante acertada y que encaja bien con la acción. También notable para Animagic en este apartado.







 
Sí, sí, Tarzan es nada más y nada menos que Rambo...
 
 
 
 
 


No es un enemigo excesivamente complicado de derribar, a pesar de estar en la recta casi final de contrincantes del juego.






Y, claro, con esos sprites tan grandes, tanto color, eso no puede ser muy rápido en un Spectrum, no?
Pues no, no es el juego más frenético que te puedas echar a la cara en un Spectrum, y quizás, en un juego de lucha se agradecería un mayor dinamismo en la acción y en los movimientos de los personajes. De hecho, todo está organizado de forma que el jugador deba adaptarse a un tempo algo lento de combate, de forma que los golpes tardan un poco en alcanzar al enemigo, que también hará gala de cierta lentitud. No es un combate felino, pero al menos sí es justo. De esta manera, tenemos que habituarnos a que los golpes y todo lo que pasa en el combate poseen un tempo inferior al de juegos del género, como Street Fighter, HKM y demás. Pero bueno, si te acostumbras, el juego tiene cierta jugabilidad, ya que cada luchador poseerá un punto débil, aunque no extremadamente marcado como en otros juegos de lucha, y un ataque característico que habrá que estudiar y contrarrestar si quieres pasar de nivel. La variedad de golpes que poseemos no es nada del otro mundo, pero tampoco es muy desdeñable. 4 ataques, agachado, al pecho y a la cabeza y uno con el arma que se nos proporciona en cada nivel, que si bien es más poderoso que el ataque con el puño, será más difícil de conectar y además algo más lento. Nuestro tipo duro también se puede defender de los guantazos enemigos, en forma de movimiento defensivo, lo que, aunque no llegues a utilizarlos muy a menudo, le da un detalle agradable al juego.







 
Efectivamente, después de habernos enfrentado a Sheman, no podía faltar el auténtico He-man. Aprovechate de su ataque con la espada, ya que es lentooo y mientras puedes contraatacarle.
 
 
 
 
 


Y el último enemigo es... M.A.! Osea, Mr. T, don B.A. Baracus :D
Un último esfuerzo y...












Con todas estas posibilidades y con la velocidad a la que discurre la acción, el juego que nos queda es un poco insuficiente, o mejor dicho, no llega a darnos las sensaciones que un juego de lucha uno contra uno debe ofrecer, rapidez, dinamismo y control sobre lo que sucede. Sin embargo, de alguna manera el juego puede engancharte, ya que aunque los combates sean a cámara lenta, o por lo menos no tan rápida como debiera, si te acostumbras quizás te piques intentando averiguar qué personaje es el siguiente en aparecer. Al existir ciertas técnicas o estrategias (algo rudimentarias, ya que por ejemplo es posible acabarse el juego usando un mismo golpe o dos todo el tiempo, yo lo he conseguido así) en cada combate, el jugador puede medianamente divertirse, pero sin florituras. Al igual que sucede en otros juegos como Final Fight o Street Fighter 2, en sus versiones de Spectrum, los gráficos han condicionado al juego, que nos ha salido pelín lentillo. Pues eso, que si eres un gran fan del Spectrum, los juegos de lucha, y de no ser muy quisquilloso con algunos defectos, podrás echarte alguna partida que otra a este Bronx. Si no encajas en esa definición, mejor busca otra cosa.

 






sábado, 22 de agosto de 2015

Muy pronto... Aquanoids - Neil Parsons


El polifacético Ignacio Prini (Neil Parsons) se estrena como hombre orquesta en el Spectrum, a punto de lanzar su primer juego, Aquanoids. Hasta entonces Ignacio había colaborado con diversos grupos de la escena realizando músicas (excelentes, por cierto), o gráficos y pantallas de presentación (también de un altísimo nivel, como la de los Amores de Brunilda). Pues ahora ha decidido que él mismo va a desarrollar un juego totalmente solo y completo y se ha puesto manos a la obra, ojo, sin experiencia previa en las lides de programación, con el engine de los Mojon Twins, el MK2. De momento, por las sensaciones que nos da la beta que ha publicado recientemente, el juego está quedando muy bien, con detalles como la inercia simulando el medio acuático, la posibilidad de eliminar enemigos submarinos variados a lo Mario Bros. y unos gráficos tremendos. Pronto podremos disfrutar de este juego, que promete exploración y videoaventura combinados con saltos plataformeros.
Aquí tenéis unas capturas que lo atestiguan!







Desde aquí nuestro ánimo al crack de Ignacio, que además es un gran colega de la escena y siempre está dispuesto a ayudar y a aportar :)
Por cierto, Ignacio, te esperamos en la ZX Dev´2015!!

domingo, 2 de agosto de 2015

Turbo Boat Simulator - Silverbird

TURBO BOAT SIMULATOR
 
Silverbird (1988)
Programa y gráficos: Mind's Eye Software
Sonido: J. Dave Rogers
Tipo: Arcade Shoot em up
Memoria: 48K 





Colorida y veraniega pantalla de presentación. Por encima del nivel Silverbird, seguro. Y es que no hay nada en este juego que haya sido dejado de lado, el conjunto es bastante apañado.





No me importaria jugarme un puñado de Euros apostando a que estamos delante de un juego del que muy poca gente, o casi nadie, diría yo, conoce de su existencia; Y no es nada extraño, especialmente por varios motivos: el primero, muy estrechamente relacionado con el público espanol, es que nunca fue comentado en Microhobby, mientras que en revistas británicas tan sólo aparecen pequeñas reseñas, y una review minúscula sobre él. Y el segundo es que ni su sello creador/distribuidor ni su presencia en las tiendas fue destacable, más bien al contrario, ya que Silverbird siempre pasó bastante inadvertido en el mercado de nuestro país. Tuve la suerte de comprarlo en uno de esos stands típicos de gasolineras y tiendas de electrónica que todavía quedaban a mediados-finales de los 90. La sorpresa es que, y aún siendo un completo misterio hasta el momento de cargarlo, este programa merece la pena después de haber arriesgado 200 pesetas en aquel año 1997 (sí, sí, en aquella época no era tan complicado encontrar juegos de Spectrum en dichos stands a precios de risa, entre ellos joyas como la Abadia del Crimen, Babaliba, Saimazoom, Robocop, y un largo etc de cassettes que habían quedado atrapados en el tiempo en una época casi totalmente ajena a ellos).







Sí, con un poco de suerte era posible agenciarse un buen juego por solo 1.99 libras esterlinas, eso en el Reino Unido, mientras que en España, por 395 pesetas podías conseguir el mismo, siempre que se editara en nuestro país, claro. Aunque me temo que entre alguna joyita barata, bastantes bodrios habrán caído en nuestra historia adolescente Spectrumera por esas 395 ptas...

 




Lo primero que llama la atención es, que a pesar del nombre, no se trata de un simulador, sino de un arcade puro en toda regla, en el que manejamos a una lancha motora perdida en territorio enemigo, cuya misión es bastante simple, que no sencilla: recorrer una serie de canales evitando a los enemigos que aparecen y sus proyectiles, a la vez que intentamos recoger las partes de un mapa que un avión amigo irá depositando en pantalla cada cierto tiempo. Así a simple vista suena como uno de tantos arcades, con la (semi) novedad de que en este caso estamos a los mandos de una lancha; pero, este juego tiene algo que engancha. ¿Qué es? o mejor dicho, ¿Por qué engancha? Pues puede ser porque técnicamente está cuidado (tampoco vamos a decir que sea la octava maravilla sinclairiana, porque no lo es), y porque el desarrollo tiene una mezcla de frenetismo, habilidad y un puntillo de estrategia. Y eso que el juego no es nada original: ni el argumento ni el desarrollo son obras cumbres de la imaginación humana.








Dentro de la acción del juego en sí, manejamos la lancha, que, como veis, ya está siendo amenazada por un torpedo. El avión que vuela sobre nuestras cabezas es el que nos dejará las partes del mapa necesarias para poder pasar de nivel. Cuidado que a veces deja bombas en vez de las piezas del mapa: esto es un juego de Spectrum, aquí nada es fácil!







Pasando ya a ver el programa más en profundidad, una de las cosas que puede hacer complicado el pillarle el truco al juego al principio es el control de la lancha: pero no porque éste sea malo o lento, sino porque es un poco diferente; o mejor dicho, un pelín más complejo que en la mayoría de juegos del género; me explico: la lancha puede avanzar en 3 velocidades distintas, lo que influirá a su vez en la aparición y velocidad de los enemigos, de manera que, conforme nuestra lancha vaya más rápido, los enemigos (y su armamento) irán también más rapido, y viceversa. A veces nos convendrá ir deprisa para evitar proyectiles o enemigos, mientras que otras veces preferiremos ir despacio (cuando el escenario se vuelva más complicado de transitar debido a estrecheces o pasillos de complicado acceso) o incluso permanecer quietos mientras disparamos continuamente; sobre todo si en esos momentos ha aparecido el avión que deposita las piezas del mapa, ya que entonces es mejor quedarse estático para aumentar las probabilidades de que suelte los dichos mapitas (más que nada porque al ir nosotros a menor velocidad, el aeroplano avanzará sobre nosotros a una velocidad acorde a la nuestra, y permanecerá por tanto más tiempo en pantalla). Por eso este juego no cae tanto en una excesiva rutina o monotonía, ya que en cada partida tendremos que esquivar, disparar, navegar a gran velocidad, despacio, existe cierta interacción con el escenario (podremos chocar y morir, usar rampas para saltar a zonas inaccesibles, resguardarnos de enemigos o proyectiles en ciertas partes, etc...) y también una cierta aleatoriedad debido a que el avión aparece cuándo y dónde quiere en cada partida.








Conforme avancéis en los niveles, la disposición de los mismos se tornará más complicada, y a veces tortuosa. En ocasiones habrá que hilar muy fino con el movimiento de la lancha para atravesar un segmento del nivel o recoger una pieza del mapa muy cercana a un borde. Aquí tendrás que demostrar tu habilidad con las velocidades y el control de la lancha.






Un punto que también ayuda a aumentar el interés por avanzar es que a cada nivel que superamos, la dificultad sufrirá una pequeña subida de nivel, ya que el número de piezas requeridas va en aumento y los enemigos hacen más acto de presencia (aunque el nivel de dificultad se mantendrá siempre en parámetros bastante razonables). Además, cada nivel tendrá un diseño y apariencia distintos de los anteriores. Todo esto sirve para que no se caiga en el arcade simplón y repetitivo.









En cualquier rincón del mapeado los enemigos pueden hacer acto de presencia. Afortunadamente podemos recibir 8 impactos antes de perder una vida. El nivel de dificultad está bastante bien calibrado.







Gráficamente es más que correcto, gráficos monocromos, color azul predominante, buen diseño de los enemigos (aunque no mucha variedad), buen tamaño de los sprites, y cierto detalle en los escenarios. El movimiento es también mas que correcto, la lancha responde bastante bien a las teclas, aunque como ya hemos dicho, el movimiento un poco peculiar de la lancha puede suponer algun problemilla al principio hasta que conseguimos dominarlo, y que será cuando empezemos a disfrutar totalmente del juego. El apartado sonoro está bastante bien resuelto, la música del menú es muy buena; una melodia que va cambiando en efectos y tonos, y que demuestra el dominio del chip AY por parte de uno de los clásicos musicales del Spectrum, Dave Rogers. Dentro del juego encontramos los típicos efectos de sonido de cuando nos desplazamos, cuando chocamos, los disparos enemigos, la aparición de los submarinos...un buen número de efectos y encima bien conseguidos que también ayudan un poco a meternos en acción.





 


Si habéis llegado aquí es que ya tenéis la destreza para superar situaciones como esta!!






Por todo esto que hemos comentado, el programa es bastante jugable, se deja disfrutar bien y a medida que vas progresando te va picando más (el hacer que cada fase tenga un aspecto diferente es un acierto en este sentido), sobre todo conforme vas entendiendo un poco las estrategias a seguir en función de la situación conforme vas controlando y mejorando tu destreza con el movimiento de la motora. También hay que decir que la dificultad está bien medida y que el juego es superable, después de haber cogido cierta práctica, y en ningún momento llega a ser desesperante.







Maniobrar con cuidado es esencial en los últimos niveles. Si os fijáis, esa plataforma a la derecha de la pantalla es una rampa que podéis usar para sortear obstáculos mediante el salto de lancha.






Como conclusión podemos sacar de moraleja que no siempre el software barato y desconocido es de mala calidad, y que de vez en cuando podemos encontrarnos sorpresas agradables, de forma que lo que al principio parecía que se trataba de un juego del montón, despues se da uno cuenta que es un juego bastante aprovechable y entretenido (aunque eso sí, no busqueis una maravilla en Turbo Boat Simulator). Uno de los pocos juegos de calidad de Silverbird, una compañía que, viendo su softografía, no tenía al plateado metal en muy buena estima...


Link de descarga:
http://www.worldofspectrum.org/pub/sinclair/games/t/TurboBoatSimulator(MCMSoftwareS.A.).tzx.zip