FREDDY HARDEST EN MANHATTAN SUR
Dinamic (1989)
Programa y gráficos: Iron Byte
Tipo: Arcade beat-em-up
Memoria: 48k
Es bien conocido que muchas veces, o la
mayoría, por lo general, segundas partes nunca fueron buenas.
Incluso bastante malas en ocasiones. El explotar una idea, un personaje o un
concepto puede salir al contrario de cómo se desea. Pues en
este juego que vamos a comentar en esta nueva entrada del Rincón
del Spectrum, tenemos un caso claro de uno de estos riesgos que
conlleva el continuar una saga, en principio exitosa. A pesar de lo
que parece que se avecina, tampoco hay que ser excesivamente críticos
o duros con este Freddy Hardest en Manhattan Sur, ya que, revisándolo
y analizándolo objetiva y cuidadosamente tras jugarlo hasta
completarlo, no se trata de un gran bodrio, ni de un mal juego en general con grandes lagunas, pero es que, claro, la primera parte de Freddy Hardest fue mucho Freddy Hardest.
La pantalla de presentación es muy buena. Muchos colores y gran diseño tanto de Freddy como del puerto; quizás sea en lo único en lo que supera a la primera parte. Freddy ha pasado de ser un playboy galáctico a un duro neoyorquino más...
La historia detrás de este programa
es la siguiente: Freddy Hardest (el original) fue uno de los lanzamientos más
exitosos de Dinamic, allá por 1987. Obtuvo cierta popularidad
y buenas críticas (incluso en las siempre excesivamente –con
los juegos españoles- quisquillosas revistas inglesas). Un
juego de doble carga (vamos, lo que se podría considerar como
dos juegos prácticamente independientes), de gran calidad,
cuya primera parte es un beat-em-up y shoot-em-up lineal, mientras
que la segunda carga nos sumerge en una videoaventura con tintes de
arcade. Por tanto, el listón estaba bastante alto, y el riesgo
de no llegar a alcanzarlo, e incluso de dejarlo por los suelos,
estaba ahí. El caso fue que Dinamic recibió un programa
escrito por el grupo de programación uruguayo Iron Byte
(autores, entre otros, de Narcopolice), un arcade lineal, un
beat-em-up al más clásico estilo. Se trataba de un
programa aceptable, que no aportaba gran variedad o novedades, pero
que se dejaba jugar. Los mandamases de Dinamic decidieron hacer
algunos cambios para finalmente convertir el juego llegado desde el
otro lado del charco en lo que a posteriori se llamaría Freddy
Hardest en Manhattan Sur, osea, Freddy Hardest 2 (o 3, si
consideramos la segunda carga del original como segunda parte). Como
la aventura se desarrollaba en Manhattan, se decidió que
Freddy tuviera uno de esos viajes interestelares en los que nunca
sale bien parado, apareciendo tras el incidente en NY. Una idea algo
cogida con alfileres, aunque ya se sabe que los viajes interestelares
siempre dan para mucho. El juego en sí pasó con más
pena que gloria por el mundillo informático de por aquel
entonces. Aunque eso no le privó de ser publicado incluso en
Reino Unido a través de Codemasters, con el nombre de Guardian
Angel.
Ahora ya sabes por qué pone Iron Byte en la segunda pantalla de presentación del juego...
Los uruguayos hicieron pocos juegos, pero en general de un nivel más que aceptable, destacando Narcopolice.
Analizando ya el juego más en
profundidad, la verdad que no se puede encontrar nada de lo que cojee
en exceso. Los gráficos son bastante buenos, muy bien
diseñados, monocromos en el área de juego, pero a cambio
presenta unos escenarios muy bien recreados y personajes ciertamente
variados y conseguidos. Se recrea bastante bien una zona portuaria de
la archiconocida NY. En el marcador hay algo de color, lo que da un
toque alegre a la impresión general del aspecto gráfico
del juego. También hay que destacar que los sprites son de un
tamaño considerable.
Los gráficos son lo mejor del juego. Aunque monocromos, tienen mucho detalle y destilan simpatía. Existe una buena variedad de enemigos y distintos escenarios. La inconfundible jeta de Freddy se puede ver en el marcador.
Los programadores consiguieron hacer
moverse los gráficos más que correctamente, de modo que
los sprites se desplazan bien por pantalla, aunque eso sí, a
veces se observa una ligera ralentización al coincidir muchos
enemigos. En los arcades de este tipo, los movimientos son algo menos
que vital, ya que tanto la respuesta al teclado como la variedad o
posibilidad realizar diferentes ataques/movimientos se antoja clave
para determinar si un arcade es divertido o no. En este caso, a pesar
de no haber una grandísima variedad de ataques (eso sí,
disponemos de 4 tipos de ataque, lo cual es bastante respetable), el
desarrollo de la acción es aceptable, aunque, sobre todo
inicialmente, bastante complicado de superar, hasta que conseguimos
hacernos con la mecánica y rutina de ataque de los enemigos y
cómo resolverlos.
Freddy puede atacar de 4 maneras: patada voladora pulsando arriba, patada baja pulsando abajo, puñetazo con el solo pulsado de disparo, y patada normal, pulsando disparo y la dirección contraria a donde estamos mirando. Son en general bastante mortíferos, y habrá que descubrir qué ataques son mas eficaces contra qué enemigos.
El apartado sonoro es el más flojo
de todos. No hay ninguna melodía ni en el menú ni
durante el juego (lo que contrasta con la primera parte, en la que en
ambas cargas se podía disfrutar de dos estupendas melodías
compuestas para el beeper del 48k). Indudablemente, este aspecto
influye en parte en sumir al juego en la categoría de "ni
fu ni fa". Dentro de la acción, sin embargo,
disfrutaremos de los típicos efectos de sonido, es decir
golpes, muertes, vehículos, etc.
El momento clave y más delicado llega cuando avanzamos en el nivel y se producen los ataques masivos de enemigos. Es imprescindible atacar con cabeza, teniendo en cuenta qué enemigos son más peligrosos, cuáles son más rápidos y ejecutar el ataque que acabe con cada uno de la forma más rápida posible.
La dificultad, como ya comentamos, es
elevada al principio, de hecho parece que va a ser uno de esos juegos
de Dinamic (que por cierto, son menos complicados de lo que la gente siempre
comenta) en los que la dificultad es tan elevada, que pasar una
pantalla o nivel es misión imposible. Sin embargo, en este es
engañoso, y va por etapas: en un principio, cuando los
primeros enemigos aparecen, Freddy los elimina rápidamente
(contigo a los controles, claro!), y todo parece sencillo, hasta que
en alguna pantalla se produce una aglomeración y ataque de
varios tipos de enemigo…entonces nos damos cuenta de que nuestra
energía desaparece rápidamente, casi sin darnos cuenta,
y cuando nos la damos, aparece una vida menos en el marcador. En esos
momentos, el programa nos parecerá imposible de terminar e
incluso llegar lejos en él. La clave está en
observar bien cómo y cuándo se debe atacar a cada
enemigo, porque hay algunos mas peligrosos que otros, que necesitan
golpes en determinadas partes del cuerpo para ser eliminados, y por supuesto, hay
algunos más rápidos que otros…pues una vez que sepas
manejar esto, tendrás gran parte del juego en tus manos.
Soltar mamporros a diestro y siniestros sin control solo nos valdrá
para que nos maten tarde o temprano. Aún así,
conociendo esto, este Freddy Hardest es un juego no muy fácil en
general para poder ser completado. Sólo con paciencia y entrenamiento
llegaréis a ver el final del juego. Aunque eso sí, como
he comentado anteriormente, no se trata de un juego desesperante o
difícil al nivel de la primera parte de Navy Moves o Abu
Simbel profanation.
Carátula de la release británica. Sin comentarios :D
¿Todo este cóctel que consigue? Pues
un arcade, bien realizado técnicamente, con una idea poco
original y repetitiva y una sensación de lucha medianamente
conseguida (al contrario que Vigilante, por ejemplo, juego de
desarrollo muy parecido, conversión de la maquina de Irem,
cuyo resultado final es bastante peor).
Sin embargo, a la gente que busca algo
diferente o que no es una fanática de los arcades simples y
directos, les puede resultar muy aburrido y repetitivo.
En mi opinión, y para finalizar esta review, se podría decir que no estamos delante
de una obra maestra, evidentemente, pero que si te atraen los arcades
simples y directos no te va a defraudar. La sensación
final es de que se hicieron las cosas demasiado rápido o con
demasiada desgana, ya que parece que no se preparó nada
en especial para este lanzamiento, después del éxito
de la primera parte (la cual lo merecía), y que se podía
haber cuidado todo un poco más para ofrecer un producto
más variado y adictivo, con algo más que lo diferenciara y separara un
poco de los cientos de arcades simplones que hay en Spectrum. No es del todo malo, pero quizás hubiera estado bien
cerrar la saga con una nueva tercera parte que hubiera dejado mejor
sabor de boca…
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