sábado, 17 de noviembre de 2012

Freddy Hardest en Manhattan Sur - Dinamic

 FREDDY HARDEST EN MANHATTAN SUR
 
Dinamic (1989)
Programa y gráficos: Iron Byte
Tipo: Arcade beat-em-up
Memoria: 48k

 

Es bien conocido que muchas veces, o la mayoría, por lo general, segundas partes nunca fueron buenas. Incluso bastante malas en ocasiones. El explotar una idea, un personaje o un concepto puede salir al contrario de cómo se desea. Pues en este juego que vamos a comentar en esta nueva entrada del Rincón del Spectrum, tenemos un caso claro de uno de estos riesgos que conlleva el continuar una saga, en principio exitosa. A pesar de lo que parece que se avecina, tampoco hay que ser excesivamente críticos o duros con este Freddy Hardest en Manhattan Sur, ya que, revisándolo y analizándolo objetiva y cuidadosamente tras jugarlo hasta completarlo, no se trata de un gran bodrio, ni de un mal juego en general con grandes lagunas, pero es que, claro, la primera parte de Freddy Hardest fue mucho Freddy Hardest.
 
 
 

La pantalla de presentación es muy buena. Muchos colores y gran diseño tanto de Freddy como del puerto; quizás sea en lo único en lo que supera a la primera parte. Freddy ha pasado de ser un playboy galáctico a un duro neoyorquino más...


 
La historia detrás de este programa es la siguiente: Freddy Hardest (el original) fue uno de los lanzamientos más exitosos de Dinamic, allá por 1987. Obtuvo cierta popularidad y buenas críticas (incluso en las siempre excesivamente –con los juegos españoles- quisquillosas revistas inglesas). Un juego de doble carga (vamos, lo que se podría considerar como dos juegos prácticamente independientes), de gran calidad, cuya primera parte es un beat-em-up y shoot-em-up lineal, mientras que la segunda carga nos sumerge en una videoaventura con tintes de arcade. Por tanto, el listón estaba bastante alto, y el riesgo de no llegar a alcanzarlo, e incluso de dejarlo por los suelos, estaba ahí. El caso fue que Dinamic recibió un programa escrito por el grupo de programación uruguayo Iron Byte (autores, entre otros, de Narcopolice), un arcade lineal, un beat-em-up al más clásico estilo. Se trataba de un programa aceptable, que no aportaba gran variedad o novedades, pero que se dejaba jugar. Los mandamases de Dinamic decidieron hacer algunos cambios para finalmente convertir el juego llegado desde el otro lado del charco en lo que a posteriori se llamaría Freddy Hardest en Manhattan Sur, osea, Freddy Hardest 2 (o 3, si consideramos la segunda carga del original como segunda parte). Como la aventura se desarrollaba en Manhattan, se decidió que Freddy tuviera uno de esos viajes interestelares en los que nunca sale bien parado, apareciendo tras el incidente en NY. Una idea algo cogida con alfileres, aunque ya se sabe que los viajes interestelares siempre dan para mucho. El juego en sí pasó con más pena que gloria por el mundillo informático de por aquel entonces. Aunque eso no le privó de ser publicado incluso en Reino Unido a través de Codemasters, con el nombre de Guardian Angel.
 
 
 

Ahora ya sabes por qué pone Iron Byte en la segunda pantalla de presentación del juego...
Los uruguayos hicieron pocos juegos, pero en general de un nivel más que aceptable, destacando Narcopolice.



Analizando ya el juego más en profundidad, la verdad que no se puede encontrar nada de lo que cojee en exceso. Los gráficos son bastante buenos, muy bien diseñados, monocromos en el área de juego, pero a cambio presenta unos escenarios muy bien recreados y personajes ciertamente variados y conseguidos. Se recrea bastante bien una zona portuaria de la archiconocida NY. En el marcador hay algo de color, lo que da un toque alegre a la impresión general del aspecto gráfico del juego. También hay que destacar que los sprites son de un tamaño considerable.
 
 

 
Los gráficos son lo mejor del juego. Aunque monocromos, tienen mucho detalle y destilan simpatía. Existe una buena variedad de enemigos y distintos escenarios. La inconfundible jeta de Freddy se puede ver en el marcador.
 
 
 
Los programadores consiguieron hacer moverse los gráficos más que correctamente, de modo que los sprites se desplazan bien por pantalla, aunque eso sí, a veces se observa una ligera ralentización al coincidir muchos enemigos. En los arcades de este tipo, los movimientos son algo menos que vital, ya que tanto la respuesta al teclado como la variedad o posibilidad realizar diferentes ataques/movimientos se antoja clave para determinar si un arcade es divertido o no. En este caso, a pesar de no haber una grandísima variedad de ataques (eso sí, disponemos de 4 tipos de ataque, lo cual es bastante respetable), el desarrollo de la acción es aceptable, aunque, sobre todo inicialmente, bastante complicado de superar, hasta que conseguimos hacernos con la mecánica y rutina de ataque de los enemigos y cómo resolverlos.
 
 

Freddy puede atacar de 4 maneras: patada voladora pulsando arriba, patada baja pulsando abajo, puñetazo con el solo pulsado de disparo, y patada normal, pulsando disparo y la dirección contraria a donde estamos mirando. Son en general bastante mortíferos, y habrá que descubrir qué ataques son mas eficaces contra qué enemigos.


El apartado sonoro es el más flojo de todos. No hay ninguna melodía ni en el menú ni durante el juego (lo que contrasta con la primera parte, en la que en ambas cargas se podía disfrutar de dos estupendas melodías compuestas para el beeper del 48k). Indudablemente, este aspecto influye en parte en sumir al juego en la categoría de "ni fu ni fa". Dentro de la acción, sin embargo, disfrutaremos de los típicos efectos de sonido, es decir golpes, muertes, vehículos, etc.



 
El momento clave y más delicado llega cuando avanzamos en el nivel y se producen los ataques masivos de enemigos. Es imprescindible atacar con cabeza, teniendo en cuenta qué enemigos son más peligrosos, cuáles son más rápidos y ejecutar el ataque que acabe con cada uno de la forma más rápida posible.
 
 
 
La dificultad, como ya comentamos, es elevada al principio, de hecho parece que va a ser uno de esos juegos de Dinamic (que por cierto, son menos complicados de lo que la gente siempre comenta) en los que la dificultad es tan elevada, que pasar una pantalla o nivel es misión imposible. Sin embargo, en este es engañoso, y va por etapas: en un principio, cuando los primeros enemigos aparecen, Freddy los elimina rápidamente (contigo a los controles, claro!), y todo parece sencillo, hasta que en alguna pantalla se produce una aglomeración y ataque de varios tipos de enemigo…entonces nos damos cuenta de que nuestra energía desaparece rápidamente, casi sin darnos cuenta, y cuando nos la damos, aparece una vida menos en el marcador. En esos momentos, el programa nos parecerá imposible de terminar e incluso llegar lejos en él. La clave está en observar bien cómo y cuándo se debe atacar a cada enemigo, porque hay algunos mas peligrosos que otros, que necesitan golpes en determinadas partes del cuerpo para ser eliminados, y por supuesto, hay algunos más rápidos que otros…pues una vez que sepas manejar esto, tendrás gran parte del juego en tus manos. Soltar mamporros a diestro y siniestros sin control solo nos valdrá para que nos maten tarde o temprano. Aún así, conociendo esto, este Freddy Hardest es un juego no muy fácil en general para poder ser completado. Sólo con paciencia y entrenamiento llegaréis a ver el final del juego. Aunque eso sí, como he comentado anteriormente, no se trata de un juego desesperante o difícil al nivel de la primera parte de Navy Moves o Abu Simbel profanation.





Carátula de la release británica. Sin comentarios :D



¿Todo este cóctel que consigue? Pues un arcade, bien realizado técnicamente, con una idea poco original y repetitiva y una sensación de lucha medianamente conseguida (al contrario que Vigilante, por ejemplo, juego de desarrollo muy parecido, conversión de la maquina de Irem, cuyo resultado final es bastante peor).

Sin embargo, a la gente que busca algo diferente o que no es una fanática de los arcades simples y directos, les puede resultar muy aburrido y repetitivo.

En mi opinión, y para finalizar esta review, se podría decir que no estamos delante de una obra maestra, evidentemente, pero que si te atraen los arcades simples y directos no te va a defraudar. La sensación final es de que se hicieron las cosas demasiado rápido o con demasiada desgana, ya que parece que no se preparó nada en especial para este lanzamiento, después del éxito de la primera parte (la cual lo merecía), y que se podía haber cuidado todo un poco más para ofrecer un producto más variado y adictivo, con algo más que lo diferenciara y separara un poco de los cientos de arcades simplones que hay en Spectrum. No es del todo malo, pero quizás hubiera estado bien cerrar la saga con una nueva tercera parte que hubiera dejado mejor sabor de boca…




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