sábado, 30 de junio de 2012

Teodoro no sabe volar - Retroworks

TEODORO NO SABE VOLAR

RETROWORKS (2010)
Programa: Pagantipaco
Gráficos: Pagantipaco
Música: Pagantipaco
Tipo: Arcade: aventura
Memoria: 48K




No cabe ninguna duda que programar juegos de Spectrum, entrados ya en pleno siglo XXI, es una bendición que los jugadores de este magnífico ordenador de 8 bits recibimos con los brazos abiertísimos. Pero es que, gran parte de estos nuevos juegos poseen una calidad y aroma que no deja de sorprenderme. Teodoro no sabe volar es un juego de plataformas, creado por Retroworks, grupo caracterizado por un número limitado pero de altísima calidad de lanzamientos. Su autor, Pagantipaco, ha participado tanto en juegos de Computer Emuzone Games Studio como en algunos del ya mencionado grupo Retroworks (grupo que apareció tras la desaparición de CEZ GS), con resultados siempre de alta calidad.





Pantalla de carga, de las mejores que se han visto en el Spectrum en los últimos años. El dibujo de Teodoro, de chapeau y magnífico el contraste entre el blanco y negro del personaje y los colores del resto de la screen$.





En este caso, él mismo se guisó y comió gran parte de la programación y los gráficos, lo que le da más mérito aún. Después de Gommy defensor medieval, Pagantipaco se adentró en los farragosos territorios de los juegos de plataformas, con toque de videoaventura. Me explico; en este juego, el objetivo principal es recolectar una serie de objetos imprescindibles para completar la aventura, a través de innumerables pantallas plataformeras. Osea un plataformas con tintes de videoaventura, donde la precisión saltando se une a la memoria mapística e intuición como elementos indispensables para terminar el juego.
La historia habla de Teodoro, un ave cuya misión en la corte del Rey se limita a divertir a la realeza, excluido de otros menesteres debido a su imposibilidad para volar. Un día, unos invasores conquistaron las tierras del Rey, y sólo quedó él como única esperanza para poder reestablecer la paz en el reino.
Una vez metidos en acción, el juego nos muestra un juego plataformas de colorido exquisito y desarrollo bastante pausado. Es decir, no penséis que os váis a encontrar aquí un plataformas alocado y rápido, sino que la principal virtud del juego es la pausa y cómo afrontar cada pantalla.






El juego tiene el detalle de mostrarnos una pequeña intro donde se explica la historia del juego. Un pequeño detalle que siempre gusta, te ayuda a meterte más en harina.





Los gráficos, como ya hemos comentado, son buenos, bastante buenos. Hay mucho colorido, y una grandísima variedad de pantallas que conforman el escenario donde se desarrolla la aventura. No hay mucha variedad de enemigos, pero si muchísimos adornos en escena, que hacen cada pantalla única. El tamaño de los gráficos no es muy grande, pero en un plataformas es lo común, para que haya espacio para poder moverse y saltar de unos niveles a otros.
El sonido tampoco se ha descuidado, y el juego presenta una bien realizada melodía en 48k que suena en el menú principal del juego. Melodía que encaja muy bien con la atmósfera e historia triste del juego. Durante la acción en sí se escuchan los típicos efectos de sonido, tras saltar, ser alcanzado por un enemigo, coger un objeto, etc... Quizás aquí se podría haber pedido alguna melodía que alegrara el desarrollo, pero no era nada imprescindible.






Las pantallas son una maravilla de color, con gran cantidad de detalles y arabescos gráficos. Para aquellos que se quejan de que los juegos de Spectrum "no tienen color", que prueben este Teodoro.





Mover a Teodoro en pantalla se antoja clave en el resultado final del juego. Un plataformas no puede tener nunca un mal control sobre tu personaje, porque al final acabaría desesperando. En este caso, el control de Teodoro no es malo, pero no podemos esperar una rapidez o un dinamismo que pueda tener, por ejemplo, un Super Mario. Teodoro se mueve bien, pero los controles son muy Spectrumeros, es decir, hay que controlar las pulsaciones que damos, ya que de otra manera el protagonista podría caer en un precipicio o ser eliminado por un enemigo. Por tanto, tenemos que controlar y practicar bien los movimientos de Teodoro (la altura del salto depende del tiempo de pulsación de la tecla, y hay dos tipos de salto; largo y alto), ya que estos están cerca del movimiento de los primeros juegos de Spectrum, en donde no existía quizás una extrema fluidez, pero el controlar el salto era un arte imprescindible. Con unas cuantas partidas, entenderemos bien cómo manejar a Teodoro y cómo saltar con precisión. ¿Podían haber sido más fluídas las acciones del protagonista? pues sí, pero como dije antes, un poco de práctica y problema fuera. Además, todo jugón acostumbrado al Spectrum sabrá sobreponerse a esto rápidamente (¡abstenerse jugadores que solo jueguen de PS 2 en adelante!).
El juego, una vez que nos metemos de lleno en él, es una compleja (hasta cierto punto) aventura que requiere tiempo. Aparte de esquivar enemigos, saltar de plataforma en plataforma, debemos ir recogiendo llaves para abrir candados que nos permitirán llegar a zonas antes inaccesibles, coger objetos y armas que nos habilitan nuevas acciones o poderes, indispensables para ir avanzando en el juego. Por tanto, hay que conocer bien el mapeado, ya que así nos ahorraremos mucho tiempo y posible pérdida inútil de vidas. Cada pantalla es, por tanto, una obra artesanal, con su propia estrategia y personalidad, en la que realizar la acción adecuada sera ultra necesario para poder avanzar en el programa. Es también bastante interesante el hecho de que conforme avanzamos en la aventura, aparecen nuevos items que debemos utilizar en pantallas anteriores para conseguir un efecto necesario que desbloquee el acceso a una parte del mapeado/pantalla que contiene otro item necesario, etc... De esta manera, no solamente podremos saltar, sino también destrozar estatuas, colgarnos de plataformas excesivamente altas...una variedad de acciones que le da más interés al juego.





Muchos elementos del decorado son vitales; items que nos otorgan poderes extra, llaves que abren candados que a su vez dejan zonas libres para explorar...




En el plano negativo, aparte del pequeño tema que pueda haber en un principio con el movimiento del pájaro, está el hecho de que al ser un juego relativamente extenso en mapeado y con una serie de misiones a realizar, al morir en un estado avanzado del juego, nos entre una gran mala leche por tener que volver a empezar desde el principio con toda la aventura de nuevo...pero bueno, ¿somos jugadores de Spectrum, no? Ya estamos acostumbrados hasta a pasarnos locuras como Abu Simbel o Navy Moves, así que nada, paciencia y a disfrutar. No vais a encontrar aqui un juego de acción frenética, al estilo Gloop Troops o Phantomas Saga, sino algo más calmado.

Pues eso, que si os gustan los juegos de plataformas, ya estáis cargando (¡o mejor, comprándolo en su versión física en Retroworks!) este Teodoro y empezando a explorar su cuidado y extenso mapeado en busca de la solución final. Eso sí, será un plataformas pausado, con más de videoaventura que de saltos a lo loco. Un trabajo que mejora lo hecho anteriormente por Pagantipaco (Gommy), y que deja también esperanzas de que lo próximo que haga sea aún mejor (aunque el nivel de Teodoro no sabe volar ronda el notable).