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NONAMED
Dinamic 1986
Programa : Ignacio Abril
Gráficos : Tomás Ledo y Javier Cubedo.
Tipo : Arcade-Videoaventura
Memoria : 48K
Nonamed es uno de esos juegos que, a pesar de presentar un desarrollo simple y directo, poseen un extraño encanto. Con un argumento basado en una historia que podríamos llamar "medieval", este juego presenta elementos de brujería, castillos malditos, enemigos sobrenaturales y dragones que intentarán amargarte tu estancia en el enorme castillo, donde un caballero (como estás adivinando, ese eres tú) intentará sobrevivir una noche entera con el objetivo de encontrar el hechizo para acabar con una maldición y, de paso, poder escapar al exterior.
Pantalla de presentación, basada en la excelente portada de Azpiri. Siempre me han fascinado la pantalla de carga y la portada del juego...
La historia es un poco claustrofóbica, ya que deberemos recorrer el castillo por todos sus pisos, en donde la oscuridad y los peligros nos acechan en cualquier momento y en cada esquina. Debemos recoger cierto elemento que se reparte por todo el castillo, que nos permitirá interactuar con los otros dos personajes más importantes de la historia (¡adivinad cuáles!), sin los que, de otra manera, nos sería imposible salir de la fortaleza.
Los enemigos son varios: espadas, esqueletos, dragones, búhos, y alfombras asesinas que ruedan por las habitaciones sin control. Lo más peligroso de estos enemigos es que, aparte de que cada uno se supera o elimina de una forma distinta, aparecen en la pantalla sin previo aviso hacia nosotros desde uno de los márgenes de ésta. Aunque normalmente saldrán desde el margen situado más lejos de nuestra posición, en ocasiones lo harán desde el más cercano, dándonos muy poco tiempo para reaccionar. Este es el componente arcade del juego y a la vez es uno de los puntos a favor (aunque al principio nos pueda poner de los nervios), ya que debemos estar preparados y en alerta todo el tiempo. Aparte de evitar o eliminar a dichos enemigos, tendremos que ocuparnos de realizar ciertas tareas dentro del castillo relacionadas con objetos y personajes, que constituyen la parte videoaventura.
Menú de opciones, también, extrañamente, siempre me pareció muy atrayente, con ese caballero preparado para golpear al kempston. La música, muy ambientada en la temática del juego. Después de unas partidas, se queda en la cabeza...
El acabado del juego, sin ser espectacular, está bastante bien conseguido; unos gráficos cuidados y en ocasiones bien detallados (como por ejemplo nuestro caballero, o la decoración del castillo), que provocan una atmósfera conseguida de misterio en el juego. En ocasiones se produce la famosa cortina de colores del Spectrum (mezcla de colores cuando se juntan varios sprites). Por otra parte, los movimientos son bastante aceptables y nuestro personaje responde razonablemente bien al teclado, cosa primordial para poder realizar acciones rápidas.
Parece que todavía hay algo pendiente que hacer...
La música, por otra parte, se limita a una épica melodía medieval, bien conseguida, en el menú de opciones, que se te pegará en cuanto la oigas unas cuantas veces (aunque tampoco es un grandísimo alarde) y a los típicos efectos cuando andas, golpeas o te matan durante la acción del juego, que también están bien resueltos. Durante las primeras partidas llegarás a odiar el sonido de la pérdida de una vida, te lo aseguro!, aunque no se tarda mucho en ir dominando el juego y la técnica que cada enemigo requiere.
Hay cosas que deberemos descubrir para poder avanzar en la aventura, no todo es eliminar esqueletos...
Se puede decir que se trata de un juego bastante jugable y con cierto encanto y misterio en las primeras partidas, que va adquiriendo más aún interés conforme descubres lo que tienes que hacer, aunque una vez que consigues completarlo pierde parte de su encanto, con el añadido de que tampoco es que sea muy difícil de terminar. Globalmente no está mal y, a pesar de ser el primer juego programado por Ignacio Abril de forma profesional (después participaría en Navy Moves, uno de los mayores éxitos de Dinamic), se quedó rayando el notable en su debut como programador. Un juego que aúna toques de videoaventura y exploración de mapeado, con puntos de arcade y reflejos, embadurnado con unos graficos muy resultones y una portada de Azpiri; lo dicho, entretenido.
Los gráficos a pesar de no tener gran variedad, ambientan bien el juego. Trepar por cuerdas, eliminar dragones, esqueletos, saltar alfombras, agacharse a tiempo, buscar salidas ocultas...el juego no está nada mal, hay variedad de acciones y el avanzar en él te anima a ir más lejos.
REVISITANDO LA REVIEW :
Se trata de un juego que al principio, como se ha comentado en la review, puede parecer excesivamente díficil y al que puede costar un poco meterse de lleno, ya que los enemigos aparecen por ambos lados de la pantalla y sin previo aviso, y a veces es complicado reaccionar y no perder una vida. Nada más alejado de la realidad, si le das una segunda oportunidad, unas pocas partidas y ya comenzaremos a avanzar rápidamente (tranquilos, no se alcanza el nivel de dificultad de clásicos como Abu Simbel o Navy Moves!). Una vez que ya lo has jugado bastante, e incluso lo has llegado a terminar, perderás parte del interés, ya que al descubrir los pasos necesarios para completarlo (hay elementos de videoaventura indispensables para acabar la aventura), el misterio queda resuelto, y lo único que nos quedará será volver a intentarlo pasado algún tiempo. Sin embargo, según mi experiencia, tarde o temprano volverás a jugarlo, ya que el componente arcade hace que el programa no sea tan previsible, aún cuando ya conoces los pasos que hay que dar. Un juego que, misteriosamente, es ciertamente adictivo (hasta cierto punto, claro).